Cuanto más envejecía, cuanto más sin sal.... me parecían las
pequeñas satisfacciones que la vida me concedía, tanto más claramente
comprendía... donde yo debería buscar la fuente de las alegrías de la vida.
Aprendí que no ser amada no es nada... mientras amar es
todo.
La plata no era nada, el poder no era nada.
Miré tanta gente que tendría dinero y poder, y asimismo era
infeliz.
La belleza no era nada.
He visto hombres y mujeres bellos, infelices, a pesar de su
belleza.
También la salud no contaba tanto así. Cada uno tiene la
salud que siente.
Habría enfermos llenos de ganas de vivir y habría sanos que
se destruían en la angustia por el miedo de sufrir.
La felicidad es amor, solo eso.
Feliz es quien sabe amar. Feliz es quien puede amar mucho.
Pero amar y desear no es la misma cosa.
El amor es el deseo que alcanza la sabiduría.
El amor no quiere poseer.
El amor quiere solamente amar.