La vida es una copa
de felicidad,
pero nunca se te da llena,
la tienes que llenar día a día,
gota a gota,
para poder
sobrevivir…
Nacemos, vivimos para luchar por
la felicidad...
para crearla,
construirla a pesar de tristezas,
errores, e irremediables improvistos.
La felicidad no se
encuentra en bienes y placeres,
si se actua bien,
ella sola se va presentando.
La felicidad no es estar
añorando todo lo que nos falta,
si no, amoldarnos a lo que tenemos.
La felicidad es :
compartir lo que se tiene;
perdonar sin
rencores;
aceptar sin perfecciones;
amar sin exigencias, agradecer
lo que te dan;
y no
rendirse jamás.
Todo tiene que ir
armonizado: del panal,
un poco de
miel;
del mar un poco de sal,
de la vida, un poco de optimismo;
de la
imaginación sueños, etc.
No somos felices,
porque no
sabemos llenar nuestra copa,
porque no damos a la vida todo lo que podamos
darla,
y esperamos ingenuamente que la vida,
lo haga por nosotros.
No olvidemos que la
mejor manera de ser feliz
es ocuparse de que otros lo sean,
demos mucho de nosotros
y ella, vendrá sola,
a llenar nuestra copa…